domingo, 10 de enero de 2010

Las representaciones del animu en los Andes del sur peruano

Las representaciones del animu en los Andes del sur peruano
Fuente: Los Andes
Escribe: Palmira La Riva González
“Il n’y a pas le corps et l’ame ; tous deux sont physiques et differement materiels, et c’est le passage entre les deux que l’on devrait appeler corps (Le corps en enjeu) ”.El animu (esp. ánimo) es una entidad corporal que juega un rol fundamental en los sistemas de representación del cuerpo y de la persona de las poblaciones andinas de la región del Cusco y en los Andes en general.

Esta “fuerza que anima” no sólo se encuentra en los seres humanos; las plantas y los animales, las montañas y las fuentes poseen también esta entidad energética general que transmiten a los hombres. En este artículo nos concentraremos exclusivamente al animu en relación con el cuerpo de la persona.

Fuerza, principio vital, el animu o ispiritu -los términos son intercambiables- es el responsable de mantener el cuerpo en vida; la perdida parcial o total del mismo conducen a la enfermedad y a la muerte respectivamente.

A la noción de animu que caracteriza todo cuerpo en vida se opone la noción de alma que hace referencia al animu de los muertos y que se encuentra estrechamente asociada al cadáver carente de vida denominado aya, haciendo imposible una distinción entre lo material e inmaterial en la representación de la persona en los Andes .

Estrechamente asociada a otras sustancias vitales, el animu es una entidad corporal compleja, inmaterial y material a la vez, que ha amalgamando e incorporando características y funciones de antiguas entidades corporales anímicas precolombinas e hispánicas como el camac, el sungu, el anima y, las almas encontrándose también relacionada con otras sustancias o entidades corporales como la sangre, la sombra o el nombre de la persona, entre otras, como veremos más adelante.

En este artículo nos proponemos presentar las principales representaciones del animu en la región del Cusco a partir de las informaciones proporcionadas por los miembros de la comunidad campesina de Surimana situada en la provincia de Canas así como de las representaciones gráficas del cuerpo elaboradas por los niños de dicha comunidad. Entre los informantes figuran parteros, parteras, curanderos y promotores de salud. Una de las parteras, Ana Huallpa, con la que venimos trabajando hace algunos años es originaria del centro poblado de Huarocondo. Este estudio se complementa con los distintos estudios etnográficos y fuentes históricas que han tratado el tema.

Características generales del animu:
Si bien el animu se considera de manera general como una fuerza que anima, que mantiene el cuerpo en vida y que se posee desde el vientre de la madre , un estudio detallado y minucioso de las distintas representaciones gráficas y descripciones que dan los informantes de la misma, así como su relación con otras sustancias corporales, atesta la ausencia de una concepción única e unívoca. En efecto, las representaciones del animu, así como el número de entidades anímicas en el cuerpo, pueden variar de una región a otra o de un individuo a otro según el género . Además, la presencia del animu varía a lo largo del ciclo de vida de un individuo en un proceso paulatino de adquisición de fuerza anímica y fijación de la misma en el cuerpo para decrecer con la edad hasta la perdida total con la muerte. La pérdida de principio vital va de par con la “degeneración” de la sangre. Más adelante veremos la relación estrecha entre ambas “substancias corporales”.
Por otra parte el animu está estrechamente relacionado al concepto de kallpa que hace referencia a la fuerza física. Esta fuerza proviene principalmente de las sustancias alimenticias ingeridas por los individuos, estableciendo una estrecha relación entre la alimentación y la constitución de la persona.Considerado como una “entidad” vital, inmaterial y volátil, el animu, animu o alma -refiriéndose al principio vital- es frecuentemente comparado con el viento, wayra hina purishan “va caminando como el viento…”.

[…] Wayrahinachallachá kakushan riki, wayrahinallapuniyá. Manayá rikunmanchu pipas, manan kanchu [color], ni imayna kasqan, ni huch’uycha ni hatuncha kasqan animuqa riki, solamenteqa wayra-hinalla, samayhinachallachá kashan riki, airechalla riki kashan

“[...] Como el vientecito no más será pues, como el viento siempre. Nadie podría verlo, no tiene color, ni se sabe como es, no se sabe si es pequeñito o grandecito. Solamente es pues como el viento, como el aliento, es airecito no más”. (Saturnino Mamani)

(*) Publicado en 41 edición de la Revista Andina.

Yatiris. Adivinos andinos

Yatiris. Adivinos andinos
Fuente: Los Andes
Escribe: Fernando Chuquipiunta Machaca

DOSSIER LITERARIO: ¿Cuándo es momento para publicar una obra literaria? ¿Cuándo es tiempo para detenerse y observar el camino recorrido? El poeta José Luis Ayala Olazával (Huancané, 1942), no lo sabe con seguridad. Sólo sabe que a veces el paso del tiempo es inexorable e infalible y a veces uno no lo siente. Hace 50 años se publicó el primer poemario de José Luis Ayala, Geografía del Corazón. Toda esta trayectoria literaria es objeto de reconocimiento con la publicación de Yatiris. Adivinos andinos. (Fondo Editorial de la Universidad Ricardo Palma, 2009).

Como uno produce, vive, escribe y experimenta día tras día los rigores de la vida y las felicidades que ella misma da, suele no ser muy consciente del grueso de la obra hasta que alguien le pide a uno reunirlos en un solo despliegue verbal. Al momento de escribir no fui muy consciente de sopesar el sentido de mi obra”, sostiene el celebérrimo aeda José Luis Ayala.

LÍNEAS DE CREACIÓN: El libro, de más de 300 páginas y muy bien impreso, ejemplifica el saber milenario y mágico de la cultura popular, el texto del ilustre intelectual huancaneño José Luis Ayala se plantea como una guía de creencias mitológicas, entre las que se encuentran son las manifestaciones socioculturales, el mundo astral de los sidéreos o la suerte de redención y resarcimiento con el modus vivendi, así también sirve para quienes quieran aprender a leer la coca. Es decir, leer el futuro, avizorar el porvenir y curar sobre el alma como el cuerpo, en un sistema adverso en el que se ha perdido la fe y la esperanza cosmogónica.

Como José Luis Ayala lo llama: La ceremonia del pago a la pachamama es un rito sagrado y ancestral, se le puede explicar desde la religiosidad andina, la semiótica y la parasicología social. Los alto misayox (quechuas) y yatiris (aymaras), son personas que realizan un acto para devolver a las personas el equilibrio emocional y la dimensión espiritual entre el ser, la vida y la naturaleza.

MOTIVACIONES: De ahí que para el poeta José Luis Ayala sea primordial cantarle a las cosas buenas del país y de la vida. “Creo que hay un retrato del Perú, sus cosas bellas, lo excelso, lo rico, lo atractivo, lo sideral, lo histórico, lo ejemplar. La parte negativa del Perú no me toca cantarla, no me motiva ni me mueve. No toca ni rasga una nota de mi alma. Me aplasta, me duele, en la vida pública he trabajado por evitar ese tipo de conducta o defectos de esa conducta, manifestó el poeta en mención”.

Por ello para el autor esta encomiable obra se complementa con una vocación sostenida de jaquisofía neo-vanguardista. “Me interesa vivir para servir. Extraño cada día que no puedo escribir algo para los demás, fundamentalmente los marginales y desposeídos necesitan de mí. Siempre he hablado preferentemente a los que menos tienen voz y lo he hecho con mucha gratitud humana. Ha sido mi aliciente cotidiano de los últimos 50 años, señaló el reconocido escritor”.

José Luis Ayala dice: “Espero que con Yatiris. Adivinos andinos los lectores, creadores y especialistas puedan conocer mi obra, que a menudo es muy difundida por haber publicado en gran cantidad de tirajes. Uno trabaja para lograr exaltar las grandes sensaciones y sentimientos en el lector. Sueño con otro destino para el país y por ello considero importante sus posibilidades de país por sus paisajes, vivencias, sueños y desilusiones. Todos son motores de la creación literaria, puntualizó José Luis Ayala”.

GUIA BIOGRÁFICA: José Luís Ayala es un escritor de reconocido prestigio en Sudamérica. Ha escrito poesía infantil, poesía bilingüe aymara – español, narración y ensayo. Ha ejercido como periodista, maestro y literato. En su carrera ha recibido varios premios y distinciones como las siguientes: Primer Premio Poesía Sur Peruana (1967), Primer Premio de Literatura Popular (1990), Premio de Literatura César Vallejo, CONCYTEC (1990); Premio Internacional de Poesía, DIP, París (1964).

El análisis cultural del derecho

EL ANALISIS CULTURAL DEL DERECHO


Escribe: Boris Espezúa Salmón

Fuente: Los Andes

Entre muchas teorías que han venido apareciendo en las últimas décadas en el pensamiento jurídico, dentro de las cuales están las teorías neopositivistas como La Argumentación Jurídica, el Análisis Económico del Derecho, la teoría Garantista del Derecho y otras también de corte jusnaturalista, destaca nítidamente la teoría del Análisis Cultural del Derecho, que tiene como representante a Paul Khan, que es catedrático de Derecho de la Cátedra Nicholas B. Katzenbach de la Universidad de Yale y autor de varios textos vinculados a la antropología jurídica, y desarrolla su propuesta en su obra titulada: “Análisis Cultural del Derecho” Una reconstrucción de estudios jurídicos, publicado en Barcelona en el año 2002.

Esta teoría parte de la premisa que la cultura es un factor de integración y estabilidad política que tiene que ver con el poder, los equilibrios locales y regionales, así como con el agente y objeto de las políticas públicas. Es un elemento básico de vínculo de la memoria, identidad y aspiraciones sociales y no debería ser del olvido, discordia y exclusión. A la cultura se le reconoce y utiliza para construir social y jurídicamente sujetos individuales y colectivos que demanden legitimidad y legalidad dentro de un Estado Democrático. La cultura significa espacios de poder y resistencia de conformación y recomposición de potencias, representa símbolos de pluralidad y disenso y consenso, conflicto y acuerdo. La trascendencia del Derecho Cultural consiste en configurar un espacio en el que el derecho dialoga con la cultura en beneficio del conocimiento y la sociedad.

En la aproximación Cultural se sabe que el Estado de Derecho es una compleja construcción de protección, su carácter contingente. Se trata de que el Derecho se libere también en la práctica cultural, haciendo posible que los ciudadanos pongan su cuota de esfuerzo por elevar una conciencia jurídica, a la par que se eleve una conciencia cultural, donde se eleve la valoración al ser humano, a los bienes públicos, a la seguridad, al orden, y al desarrollo que en buena cuenta es también fin del Derecho, de modo que existe una garantía en elevar una conciencia jurídica al elevar una conciencia cultural.

El Análisis Cultural del Derecho es una metodología científica que no sólo pretende estudiar, sistematizar y explicar las normas jurídicas de contenido cultural, sino comprender desde la cultura el sentido del Derecho y la posibilidad de hacerla coherente para la vida cotidiana. El positivismo ha desplazado la cultura y con ello las Escuelas del Historicismo, la Sociología Jurídica y el Jusnaturalismo. Se ha supuesto que gobernando la cultura a través del Derecho y sus tecnologías, el orden, progreso y felicidad de las sociedades humanas vendrían por añadiría, lo que no es así. Ya en su momento Malinosky, Savigny, Recasens Siches advirtieron que el Derecho y la cultura deben estar juntas. Para entender que la cultura es un todo integrado y debe apreciarse con las prácticas y conductas específicas de individuos, grupos y sectores sociales, así como la representación y los significados que éstas constituyen respecto a tales prácticas.

Hay por lo tanto una relación dialéctica. Stavenhagen apunta que el Derecho de las personas pertenecientes a minorías étnicas, religiosas o lingüísticas a gozar de su propia cultura, profesar y practicar su propio idioma en común. Señala que es importante el reconocimiento del Derecho de minorías étnicas, el derecho ancestral y originario a desarrollar su propia cultura y el respeto a su identidad, tradición e interactuar con las otras culturas, lo cual debe proteger el derecho e impulsarlo.

El Análisis Cultural del Derecho supone explicar y comprender conceptos preliminares del derecho y la cultura, ambos son polisémicos y descansan sobre variables epistemológicas y metodológicas, es decir su significado depende de la disciplina y el enfoque utilizados en su tratamiento. El Análisis Cultural del Derecho conceptúa al Derecho como ordenamiento normativo, positivizado y a la cultura como actividades, conocimiento o productos y servicios educativos, intelectuales y artísticos.

El concepto se extiende al estudio de género, minorías indígenas y culturales populares. El Análisis Cultural del Derecho parte de la base de que existe un subsistema constitucional y legal que regula la actividad del Estado y la sociedad en las materias arriba señaladas. Dado que se trata de un subsistema jurídico, las normas que regulan la cultura cuentan con ciertos principios, objeto y finalidades.

Kant señaló alguna vez que la tarea de la filosofía es determinar los límites de la razón, y se debe pasar a la especificidad de las prácticas sociales, donde está el Estado de Derecho, porque es la forma de comprender al yo y a los otros. Se trata que el Derecho configure con la realidad viva y directa, que no sea un andamiaje, sino un reflejo de la realidad. Por otro lado, el Análisis Cultural del Derecho tiene que propender al reconocimiento de los pueblos periféricos, hay que recordar a Manuel Lévinas cuando señala: “Sólo con el otro se puede fundar el verdadero derecho. Sin él o ellos, no hay derecho verdadero”. Señalando que lo importante es incluir, articular, comunicarse y consensuarse con nuestros semejantes, sino el derecho resulta siendo un medio y no un fin en sí mismo.

El derecho no debe ser un misterio, como lo es hasta ahora en la medida que se ha preocupado en ser hegemonizante sin conocer lo heterogenizante, por lo que debe extenderse el derecho a involucrar a todas las culturas adecuándose a ellas, dando prevalencia al ser humano, como núcleo integral y atendible por encima de los prejuicios o enfoque ideológico. Se trata de conciliar el derecho con la cultura, de comprender que la cultura no está separado del Derecho, y que sólo mediante la cultura es posible avanzar en un derecho auténtico, que en países como el Perú esta necesidad es impostergable, ya que no se puede soslayar las culturas originarias, y creer que esperando el tiempo en que puedan adscribirse a un derecho positivizado o occidental que es llamado “Oficial” se podrá solucionar el problema, planteado así las cosas es completamente erróneo, creer que se puede dar viabilidad , legitimidad y eficacia a un derecho superpuesto o puesto en una realidad que queremos negarla, ello es muy discriminador y excluyente, desnaturalizante para tiempos de renovación y de integración.

En los últimos años se viene revalorando la diversidad cultural en el mundo. Se ha interpretado con mirada fresca el papel y las relaciones de muchos sectores sociales con distintas culturas: pueblos originarios, etnias, comunidades de inmigrantes, grupos que se identifican por su preferencia sexual, por su género, su religión o su nacionalidad. En el contexto de la globalización de la sociedad de conocimiento y de la sociedad red, la reafirmación y la reivindicación de la identidad cultural ha pasado a ocupar un lugar central. Se trata de proponer una sociedad auténticamente plural que también sea justa, inclusiva. En una sociedad como la peruana donde hay múltiples desigualdades, la solución a la problemática de los pueblos indígenas no es cuestión de caridad ni de alivio a la pobreza, sino de justicia social. El Estado tiene la obligación de establecer políticas de compensación a favor de dichos pueblos, así como de garantizar el ejercicio efectivo de su derecho a la autonomía, y a participar en las decisiones acerca de cómo explotar los recursos naturales de los territorios que ocupan y cómo canalizar los beneficios.

La teoría comentada nos hace ver la dinámica del Derecho para tiempos en que los compromisos de apostar por el mejor futuro es lo que cuenta. Sócrates puede no haber estado en lo correcto al beber la cicuta, pero estaba en lo correcto al afirmar que en donde fuera, él seguiría siendo un ateniense comprometido con la apuesta por la justicia. Y eso es lo que justifica al hombre en su paso por el mundo.

BIBLIOGRAFÍA:
Kahn Paul. “Análisis Cultural del Derecho” Edic. Yale Law School. Barcelona. 2002.Ureta Guerra Juan. “Introducción Al Derecho Postmoderno” Edit. Textos. Lima, 2006.López Medina Diego. “Teoría Impura del Derecho” La Transformación de la Cultura Jurídica en Latinoamérica. Edic. Legis. Bogotá- Colombia. 2007.Del Mastro César. “Sombras y Rostros del Otro” Una apreciación de Manuel Lévinas. Edic. PUCPC, Lima. 2007.