miércoles, 24 de marzo de 2010

Miércoles Antropológicos R.I.P.

Miércoles Antropológicos R.I.P.
Fuente: Los Andes
Escribe: Antrop. Alfredo Germán Cornejo Pardo

Una reciente y aleccionadora visita a esta añorada y muy querida ciudad de Puno a más de apaciguar nuestras lógicas nostalgias y renovarnos espiritual y afectivamente, nos brindó la privilegiada oportunidad de reencontrarnos con grandes y cordiales amigos, colegas y un sinnúmero de conocidos quienes incondicionalmente nos brindaron su afecto, amistad y compañía durante los casi veinte inolvidables años de residencia y trabajo en la entrañable ciudad lacustre; de otro lado esta visita nos ha permitido actualizarnos e informarnos del hacer académico- científico - cultural de la Primera Casa de Estudios Superiores, la Universidad Nacional del Altiplano, nuestro centro de labor por muy buen tiempo y, dentro de cúmulo de informaciones obtenidas, recibir la infausta noticia de parte de un flamante y prometedor docente, antiguo alumno nuestro la definitiva cancelación de los “Miércoles Antropológicos”, bajo la trivial y risible justificación de “restar” alumnos en clases programadas a la misma hora.

En efecto; para la colectividad en general, para integrantes de la comunidad universitaria y para quienes no están informados, saben poco o no conocen, los “Miércoles Antropológicos”, fue en su momento el “único y más importante” espacio académico de análisis debate y confrontación eminentemente académica sobre diferentes aspectos de la problemática local, regional nacional e internacional; actividad quincenal exclusiva tanto de la Carrera Profesional de Antropología, la Facultad de Ciencias Sociales como de la misma Universidad, una novedosa y positiva actividad extracurricular propuesta y ejecutada con una visión y profundo espíritu universitario, consientes de las serias y comprensibles limitaciones curriculares, teórico-metodológicas y académicas de una Facultad y particularmente de una instancia académica como era la Carrera Profesional de Antropología atenazada por un entorno institucional abiertamente hostil; carente de recursos, de una eficiente y completa plana docente, de presupuestos adecuados, de infraestructura, material bibliográfico, laboratorios etc. etc. y en una institución universitaria tradicionalmente hegemonizada por el enfoque tecnocrático y una casi inexistente vocación humanística, contrariamente a ella; con un natural, lógico y elevado nivel de confrontación y pugna ideo –política entre diferentes facciones existentes a su interior que históricamente orientaron y hoy, definen la conducta y el quehacer político de la colectividad en general
Actividad como bien podrá comprenderse, construida con mucho esfuerzo, dedicación y tenacidad venciendo no fácilmente quietudes, conformismos seculares, condenables y abyectas, actitudes obstruccionistas tan común en universidades peyorativamente consideradas por el centralismo limeño como provincianas.

Miércoles Antropológicos al ser propuesta y ejecutada entusiastamente como un novedoso y plural espacio académico, de exposición, análisis y debate , se planteó como “objetivo fundamental” el de “reforzar “y “complementar” teórica y metodológicamente la formación profesional de estudiantes universitarios en la apasionante rama de la Antropología; “contribuyendo “ de otro lado decididamente a moldear y desarrollar” su capacidad de observación, de abstracción, de análisis y pensamiento crítico; también en la perspectiva de asumir compromisos trascendentales con la colectividad, y su cultura, andamiaje hermenéutico básico para todo profesional del área; de otro lado desarrollar habilidades y destrezas íntimamente relacionadas con el cotidiano quehacer antropológico, como los de proponer, planificar, organizar, ejecutar y evaluar diferentes tipo de proyectos, conducir adecuadamente reuniones de diferente naturaleza, desenvolverse alturadamente y con propiedad en público, formular interrogantes, y elaborar respuestas concretas, coherentes y constructivas de tal modo que satisfaga a sus interlocutores; en síntesis un líder dentro de la colectividad en la que se desenvuelve.

Evidentemente su institucionalización, reconocimiento y gravitante presencia así como su invalorable contribución en la formación profesional de estudiantes universitarios en esta importante rama del conocimiento humano por espacio de más de cinco laboriosos años, fue aleccionadora, valiosa y decisiva no sola y efectivamente en mejorar el nivel de formación profesional de decenas de estudiantes, de elevar su vocación humanística, y compromiso social, desarrollo intelectual y científico de conocer y ampliar su objeto de estudio y el vasto horizonte temático sino también en despertar, cultivar y acrecentar la inquietud, interés y dedicación por la investigación científica, el estudio, la lectura, el debate académico y alturado, la producción intelectual etc.etc. claros y caros objetivos largamente logrados y reconocidos por docentes de las diferentes facultades, por profesionales, y científicos, tanto al interior mismo como fuera de la institución y que hoy en día posibilitan en muchos de esos ex –alumnos, el exitoso desempeño personal y profesional en entidades públicas y privadas, tanto locales, regionales, nacionales, e internacionales..

En condición de creador, propulsor y animador de este importante espacio; de las Conferencias Magistrales, de casi olvidado Cine Fórum Antropológico, de la Edición de Revistas Académicas “ANTROPOLOGIA”( 2 números), la “REVISTA DE INVESTIGACIÓN DE LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES”(4 números), DEL INVENTARIO DE TESIS SUSTENTADAS ORALMENTE EN LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES - PERIODO 1977-2002, varias publicaciones, entre las que citamos por ejemplo “LINEAMIENTOS DE POLITICA CULTURAL DE LA UNA”-PUNO l992 - etc. y una serie de importantes logros tanto de orden académico (Currículo 1990-1995), como de carácter administrativo y de infraestructura que evidentemente sería ocioso y que de otro lado no es propósito del presente artículo ennumerar; no nos queda otra alternativa que la de lamentar, y deplorar tan desafortunada medida, entendemos tomada en consenso por la comunidad antropológica.

Conociendo profunda y detenidamente el pensamiento, actitudes y desempeño de la totalidad de docentes de la Carrera Profesional de Antropología, del innegable nivel académico e intelectual de su plana docente de la vocación y espíritu universitario que anima la labor de muchos de ellos; muy fácilmente y sin demasiado esfuerzo analítico podemos identificar la procedencia y motivación que precipitó tan lamentable decisión, significando sin embargo que la evidente e innegable intencionalidad de dicha medida en lugar de dañar y pretender borrar de la memoria institucional y colectiva tan importante aporte y contribución profesional, a pesar del tiempo transcurrido de nuestro involuntario alejamiento de la querida institución universitaria, y también de la distancia en la que hoy nos encontramos; nos honra plenamente, nos enaltece y nos llena de muchísima satisfacción tanto por lo hecho como al constatar absortos la justeza y cabalidad de ese sabio adagio popular que lapidariamente sentencia ……“las obras quedan y las gentes se van ”; la mayoría de las veces de modo intrascendente. R.I.P. MIERCOLES ANTROPOLOGICOS.

Escrito en la ciudad del Qosqo a los doce días del mes de febrero del año dos mil diez

viernes, 12 de marzo de 2010

Antropología del crimen


Antropología del crimen



Escribe: Julio F. Zevallos Yana - juliozeya@gmail.com


Estas dos últimas semanas se dio mucho interés a las noticias de gran relevancia que tuvieron a nivel nacional como las que fue la hija que asesinó a la madre en la ciudad de Lima, o en todo caso, ubicándonos mas en el ámbito local, el primo homicida que tuvo la frialdad de narrar como es que perpetró el crimen contra sus dos menos primos. Todos los medios tanto televisivos, como los medios escritos, dieron grandes titulares de los hechos delictivos, que lógicamente son crímenes atroces, imperdonables y que, mucho de los lectores, dirán que monstruosidad y como tal merecen sufrir los mismos hechos y talvez peor. Sin embargo, hemos olvidado preguntarnos cuál o cuáles fueron lo móviles, las causas que llevaron a cometer tal horrendos crímenes, más allá de tornarlo y calificarlo como atroces y por supuesto fuera de las normas sociales y jurídicas.


Hace un tiempo atrás, Tomas Hobbes indicaba que el hombre es por naturaleza delincuente, que lo llevaba en su sangre o ADN, podríamos decir; mas tarde Rousseau, en su obra El Contrato Social, mencionaba que la sociedad crea al delincuente y como tal, la madre de los monstruos antisociales que transgrede el orden social, es la sociedad y, como cualquier madre, brindaba los medios necesarios para poder facilitar el crimen, por último, Lacassagne, tomó posturas más críticas con su frase célebre “las sociedades tiene los delincuentes que merecen”.


Todo esto nos hace reflexionar en torno a los sucesos acaecidos, hace una década o tal vez más, era disminuido este tipo de problemas, pero hoy vemos que estamos o queremos competir con las grandes metrópolis internacionales donde la vida se vuelve cada día en un amanecer darwiniano, es decir, donde el control social escapa de las manos del Estado, y es justamente donde se deben fortalecer con mayor ímpetu los controles informales como la familia, que desde el punto de vista antropológico supone relaciones ente los padres e hijos, pues es un agente de socialización, de trasmisión de valores; o la educación, (escuelas, universidades, etc) que emite mensajes que deben de aprenderse, por lo cual se constituye el pilar de la formación; y, entre otros, que permitan marcar un norte y evitar delitos que atormenten a la sociedad. Empecemos ahora para no tener que lamentarnos en el hogaño.


Pero, cuando lamentablemente estos medios de control informal tienen resultados negativos tiende a fallar, entra a tallar el Estado sancionador, para que no vuelvan a cometerse hechos delictivos, por ello debemos estar atentos a los problemas que pasan dentro de las familias, escuelas, partidos políticos, etc, pues vienen a ser “culturas inmateriales” o superestructura como los antropólogos sociales los denominamos y, tiene gran importancia tomarlo en consideración ya que es fundamental en el comportamiento social del ser humano, conste que, el hombre en el transcurso de socialización, encuentra en la sociedad modelos de conducta social a los cuales ceñirse, costumbres, normas morales, concepciones religiosas, normas jurídicas de los cuales, como dijimos, puede o no respetarlas.


Entonces habrá que preguntarse si al individuo que violó las normas socio-jurídicas tendremos que castigársele “por lo que hizo o por lo que es”
Por imperio de ley, al infractor no se le va dar un recompensa por lo que hizo, ni mucho menos felicitar, como es de ley, se le tendrá que imponer una pena, un castigo, pero que esto nos lleve a reflexionar y más que todo a aquellas personas que cuentan con familia, que se tiene que estar atento a las actitudes que van tomando los hijos durante el desarrollo, más aún cuando están en plena adolescencia, ya que es el momento en donde necesitan la atención y comprensión de los padres, no juzguemos los hechos en el momento en que pasó, sino primero veamos las causas que lo llevaron a delinquir de tal o cual manera. Con ello no estoy justificando o pidiendo clemencia a los hechos cometidos por las personas que alteran el orden social, simplemente de entender a la sociedad que tenemos.


Lamentablemente la sociedad debe proteger a los delincuentes, no podemos decapitarlos ni ahorcarlos, y no nos es dado deportar, solo nos queda la privación de la libertad (tiempo determinado). Pues no estamos en una época positivista lombrosiana en donde al autor de un crimen se le podía detectar por ciertas características fisiológicas, de esa manera poder prevenir los crímenes ¿se imagina usted cuan llenos estarías los centros penitenciarios?. Lo único que nos queda es recuperarlos y dejar de lado el indicador de inocuización.


Para finalizar, todo hecho criminoso, tiene como consecuencia jurídica una pena, pero no olvidemos que el fin de la pena no es atormentar y afligir un ente sensible, ni mucho menos deshacer un delito ya cometido, el fin es impedir que en el futuro éste individuo antisocial, vuelva a causar nuevos daños o lesionar bienes jurídicos, como la vida de las personas, y retraer a los demás actores individuales de la sociedad a la comisión de otros hechos iguales. No olvidemos que la cárcel viene a ser una subcultura en donde se encuentran hábitos, normas, costumbres, etc., que se tiene que respetar, la prisionización debe tratar de devolver al individuo como alguien “nuevo”.


Finalmente agradecer al Doctor Vicente Alanoca, docente de Antropología d la UNA-Puno, que con sus opiniones y sugerencias siempre llevamos un diálogo enriquecedor cada día, y una preocupación constante por nuestra sociedad que cada día se torna más insegura pero no inmodificable.


Bibliografía consultada:- Foucault, Michel. Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión. edit. Siglo XXI. Bs. As. 2002.- Silva Santisteban, Fernando. El primate responsable. Antropobiología de la conducta. edit. del Congreso de la República del Perú. Lima 2005.- Solís Espinoza, Alejandro. Criminología. edit. Eddili. Lima 1984.- Villavicencio Terreros, Felipe. Introducción a la criminología. edit. Grijley. Lima 1997.