miércoles, 20 de junio de 2007

Descubren al primer indio muerto por una bala en conquista de América


Descubren al primer indio muerto por una bala en conquista de América


El primer esqueleto de un amerindio muerto por una bala de los conquistadores europeos fue descubierto por un arqueólogo peruano en un cementerio inca cerca de Lima, Perú, anunció el martes en Washington un equipo de arqueología asistido por National Geographic Society.


Se trata del primer caso conocido de una persona muerta por una bala sobre territorio del Nuevo Mundo, hace unos 500 años, en el tiempo de la conquista española de las Américas.


El hombre podría haber resultado muerto durante las luchas indígenas contra las fuerzas comandadas por Francisco Pizarro que asediaron Lima durante el verano de 1536.


"Por primera vez, hemos identificado restos humanos de un indígena muerto durante la conquista", dijo el arqueólogo peruano Guillermo Cock. Con su equipo encontró 72 cuerpos en un cementerio inca en Puruchuco, un suburbio cerca de Lima, en los trabajos previos a la construcción de una ruta.


Todos esos indígenas, enterrados en forma rápida y a poca profundidad, sin seguir la tradición de colocarlos con la cabeza hacia el este, parecen haber sido víctimas de un enfrentamiento con los conquistadores.


Uno, casi con seguridad fue muerto por una bala que dio en su cabeza. Otros dos cuerpos tienen rastros de heridas de bala aún pendientes de confirmar científicamente, indicó el arqueólogo a la AFP.


Luego de excavaciones realizadas en 2004 y 2006, el cuerpo con el cráneo agujereado fue analizado con un microscopio electrónico por los científicos del Instituto de ciencia médico legal Henry Lee, en Connecticut (este).


Los expertos detectaron la presencia de rastros de hierro alrededor del impacto del proyectil en la parte posterior del cráneo, sin duda una bala de mosquete, un arma de fuego que se comenzó a utilizar en Europa a principios del siglo XVI.


"Tenemos por primera vez la prueba material de eso que ha logrado la conquista", dijo, en referencia a las armas de fuego, durante una presentación en Washington el arqueólogo Guillermo Cock, quien ya participó en el descubrimiento en Puruchuco de una gran cantidad de momias incas en 1999.


"Hasta ahora sólo teníamos los testimonios escritos de los cronistas españoles. Teníamos las descripciones, pero no las pruebas materiales. Esto es único", se enorgulleció el experto.
La mitad de los 72 cuerpos descubiertos tienen rastros de heridas resultantes de una violencia extrema. "Algunos fueron masacrados", afirmó Cock recordando los cortes y tremendos golpes que causaban los europeos con sus armas.


Pero, según Cock, uno de los descubrimientos más interesantes es que una gran cantidad de esas víctimas tienen rastros de heridas de armas indígenas como hachas de piedra y flechas.
"Eso confirma el apoyo que daban tropas indígenas a los conquistadores. Las crónicas de la época no mencionan la participación de indígenas en apoyo a los españoles. Eso se mantenía en silencio por una cuestión de gloria", agregó el arqueólogo.


El resto de los cuerpos encontrados, entre ellos mujeres y niños, no tienen heridas visibles. El arqueólogo sostiene la hipótesis de que murieron por enfermedades traídas por los españoles y que no se conocían en el continente, como la gripe y la varicela.


AFP

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