sábado, 28 de febrero de 2009

SIN PANDILLA PUNEÑA NO HAY CARNAVALES


SIN PANDILLA PUNEÑA NO HAY CARNAVALES

Con la cuaresma se inicia el carnaval puneño y con ella la tradición de la Pandilla Puneña vuelve a las calles y plazas, siempre alegre y jaranera al ritmo de su marinera y los huayños pandilleros, los conjuntos pandilleros van derrochando la añeja personalidad de la máxima expresión del folclore de Puno.

La formalización como conjunto organizado de la Pandilla Puneña se atribuye a don Manongo Montesinos en un viernes de carnaval aproximadamente en 1907 y a la fecha los conjuntos pandilleros perviven cada uno con historia, estilo y personalidad propia.

En la ciudad de Puno sin pandilla puneña no hay carnavales y el viernes de carnaval en el cerrito Huajsapata, los conjuntos pandilleros inician la tradición pandillera con la alegría y belleza de las cholitas pandilleras vestidas con multicolores polleras, mantones de seda, sombrero tipo hongo, botines y sus trenzas largas; acompañados de sus cholos pandilleros vestidos con saco negro, pantalón blanco o negro y el clásico sombrero negro o blanco, mantón de manila y serpentinas multicolores, todos alegres y ansiosos por iniciar esta tradición pandillera.

La estudiantina es el corazón de la pandilla puneña y es la que le da vida y alegría a los conjuntos pandilleros. La música pandillera interpretada por las estudiantinas que hacen brotar los sentimientos arrancados del alma de los músicos quienes con el bordoneo de sus guitarras, la alegría melancólica de las mandolinas, el bajo, los violines señoriales, el charango andino, acordeones y los quequereques expresan la alegría de la música pandillera contagiando y renovando los sentimientos más profundos de nuestra cultura puneña.

La riqueza inigualable del huayño pandillero es el legado de don Manongo Montesinos, Carlos Rubina, Jorge Huirse, Augusto Masías, Castor Vera, Sacarías Puntaca, Félix Loza, Néstor Molina, Alberto Paniagua, Zacarías Puntaca, Raúl Castillo Gamarra, Augusto Masías Hinojosa, Paulino Tavera, Víctor Echave, Faustino Rodríguez, José Parada, Washington Muñoz, Pascual Carpio Idiáquez, Ángel Castillo, Salvador Angles Rodrigo y muchos otros que nos heredaron los cantares de la pandilla.

El embrujo musical de las pandillas salen a las plazas y calles cantando, La Lira y sus componentes, salen cantando, salen bailando, con sus charangos y mandolinas la Lira puneña huayno pasacalle; por ahí responden los theodorinos con, como me bailo mi pandilla con los theodoros del alma de la vida, quisiera abrazarte con mi sombrero y mantón para yo decirte te quiero con frenesí; durante el desarrollo de la coreografía los cholos pandilleros enamoran a sus cholitas cantándoles; Maliquita linda ojos de mi esperanza, tú me estarás atrayendo con tus sonrisas, mirándome siempre juntito a tu alma para llevarme el recuerdo de tu pasado; agregan otros conjuntos con sentimiento y ternura con, Te quiero mucho más que a mi vida, porque eres linda, encanto de mis quereres; los sentimientos pandilleros siguen brotando espontáneos a la voz del Aura del Bastonero que acariciando sus parejitas le dicen, negros y grandes fueron tus ojos, como las olas del Titicaca, ojos radiantes que amantes miran ojos que atraen como el imán; otro Aura manda el farolito al son de, que encanto tienen tu ojos, o que poderes del cielo, que si me miran me matan viday, si no me miran me muero; la alegoría al amor y belleza de la mujer puneña están matizadas de expresiones picaronas, que bonito fuera que tú me quieras, sin que yo te quiera, caray caray, quisiera, quisiera que tú fueras como tu mamita cariñosa, para yo quererte, caramba amor mío para yo quererte; matiza el jolgorio el desdén y despecho cuando le cantan, orgullos y vanidades palomita, no duran eternidades ay cholita, porque con las mismas penas palomita, se encuentran otras mejores ay cholita.

A esta alegría serrana, el domingo de tentación le pone final, pero se fortalecieron las amistades, surgieron nuevas relaciones espirituales, nacieron nuevos amores jurándose amor eterno y poniendo como testigo al cerrito de Huajsapata testigo de mis amores tu nomás estás sabiendo la vida que estoy llevando.

Escrito Por: Lucio Avila
Publicado en el Diario Correo Puno el 28 de Febrero de 2009

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